Nací en Plasencia , Cáceres , en el cuartel , después viví en las casas militares que daban a la Academia de Caballería de Valladolid , de ahí di el salto a Madrid , mi ventana se asomaba al cuartel del Inmemorial de Infantería , vamos , que no sería por ósmosis pero sí por vivencias por lo que decidí ser médico militar.
Nos tomaron medidas en la Academia de Sanidad para el equipo de Zaragoza ( El de paseo lo poníamos nosotros ) , pensé, que bien funciona el ejército. Craso error , al llegar nos dieron un petate a cada uno , los vaciamos en las camas y a mí y a otros cuantos solo nos estaban bien los pañuelos. Si te ponías la camiseta se te quedaban los brazos hacia arriba , la guerrera gris te tenías que poner un cordón como las trencas y para que hablar de los borceguíes .
Total , que durante un tiempo parecíamos el ejército de Pancho Villa , en cuanto a uniformidad , pues en lo demás , PEOR .
Nos despeamos solos , nos prohibieron ir a la pista americana ( daba pena ver a Braulio Sastre caminar ) no podían hacer vida de nosotros y además teníamos que ir al picadero . Todos tan contentos , ¿ como serán las titis ? QUIA , son caballos resabiados y malos . En mi grupo , algunos caballeros cadetes iban dando botes y saliendo despedidos por las orejas ( del caballo ) . El mío era malísimo y me quería tirar , lo notaba porque movía un poco la cabeza , entonces , me apoyaba en los estribos y me dejaba caer , entonces se oía un crujir de huesos y un estertor. Al día siguiente al entrar en el picadero , no encontraba a mi caballo , hasta que el oficial de caballería me lo señaló.
Ver foto
Desde ese día , no intentó tirarme nunca más y cada vez era más fácil subirse a él . De hecho , tuvimos que ponerle unos ruedines en la tripa . Fué terminar yo esa semana y al caballo (llamado Siniestro) se le declaró inútil total para el servicio y se retiró a un asilo de asistidos.
Zaragoza , fuimos mimados , quemamos los pedos , volvimos a la infancia , guerra de almohadas , bocadillos de calamares en "el tubo" , hotel Plaza etc.
Madrid , la gran incógnita.
SAGRADOS CORAZONES PROMOCION 1952-MARTIN DE LOS HEROS-MADRID-ANTIGUOS ALUMNOS.¿DE DONDE VENIMOS,QUIENES SOMOS,A DONDE VAMOS,QUIEN ERES,NOS VEMOS,DONDE ESTAIS,QUEDAMOS?.SOY ALEJANDRO POZO,INTENTO QUE NOS REUNAMOS.
martes, 17 de mayo de 2011
viernes, 6 de mayo de 2011
RECUERDOS DEL COLEGIO: PEREGRINACION AL CERRO DE LOS ANGELES
Nuestro colegio, para ser en los años sesenta, no era excesivo en el tema religioso, ni social y en general eran bastantes tolerantes.Por lo menos a mí no me dejaron un mal recuerdo y los añoro con nostalgia y cierta ternura.
¿Cuando se hacía ? ¿ Cual era el motivo ?
Se realizaba el 2º domingo después de Pentecostés.
¿Cuando es Pentecostés ?
Es el quincuagésimo día después del domingo de Resurrección.
Solía pasar sobre mediados de junio.
Era un día especial, pues se sabía con antelación cuando iba a ser, un domingo, donde se planeaba una salida con los compañeros de la clase, sin la familia.
Había que levantarse muy temprano, desquiciabas a la familia y con los nervios no dejabas dormir a nadie.
Mi madre se levantaba la primera y me hacía un tortilla francesa que con el pan reciente envolvía en un papel y que supondría el almuerzo porque en esos años, el ayuno antes de comulgar era tremendo.
Quedábamos los compis en la salida del metro de Legazpi, muy temprano, hacía fresquete y cuando estaba hecho el grupo empezábamos a caminar por el arcén de la carretera general, que estaba muy descarnada y con ciertos riesgos pues corriamos, nos empujabamos e ibamos tomando contacto con los suburbios de Madrid.
Se tardaba bastante, el estómago se iba resintiendo y al llegar ya nos esperaban los curas (Creo que ellos iban en el autobús), nos formaban y ya todas las clases juntas subíamos el último trecho y en la esplanada se oía misa ( un decir pues los micrófonos eran muy deficientes ), había algún desmayo y terminaba el acto.
LO MEJOR: Ese bocadillo de tortilla blandito por el calor y el papel era insuperable ( Ni Arzak ), esa sensación de "bocato di cardinali" nunca la olvidaré, así como el recordar a mi madre en la cocina preparándolo.
La vuelta, ya en autobús era otra cosa.
¿Cuando se hacía ? ¿ Cual era el motivo ?
Se realizaba el 2º domingo después de Pentecostés.
¿Cuando es Pentecostés ?
Es el quincuagésimo día después del domingo de Resurrección.
Solía pasar sobre mediados de junio.
Era un día especial, pues se sabía con antelación cuando iba a ser, un domingo, donde se planeaba una salida con los compañeros de la clase, sin la familia.
Había que levantarse muy temprano, desquiciabas a la familia y con los nervios no dejabas dormir a nadie.
Mi madre se levantaba la primera y me hacía un tortilla francesa que con el pan reciente envolvía en un papel y que supondría el almuerzo porque en esos años, el ayuno antes de comulgar era tremendo.
Quedábamos los compis en la salida del metro de Legazpi, muy temprano, hacía fresquete y cuando estaba hecho el grupo empezábamos a caminar por el arcén de la carretera general, que estaba muy descarnada y con ciertos riesgos pues corriamos, nos empujabamos e ibamos tomando contacto con los suburbios de Madrid.
Se tardaba bastante, el estómago se iba resintiendo y al llegar ya nos esperaban los curas (Creo que ellos iban en el autobús), nos formaban y ya todas las clases juntas subíamos el último trecho y en la esplanada se oía misa ( un decir pues los micrófonos eran muy deficientes ), había algún desmayo y terminaba el acto.
LO MEJOR: Ese bocadillo de tortilla blandito por el calor y el papel era insuperable ( Ni Arzak ), esa sensación de "bocato di cardinali" nunca la olvidaré, así como el recordar a mi madre en la cocina preparándolo.
La vuelta, ya en autobús era otra cosa.
lunes, 2 de mayo de 2011
RELATO MANDADO SOBRE EL QUIJOTE AL CONCURSO DEL CIRCULO DE BELLAS ARTES:
MALDITO QUIJOTE
“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.” ¿Qué es eso?, ¡Que asco, un bicho encima de “olla” y ¡se mueve!, ¡huye!, ¿que te crees tú?, ¡toma pulgar!. ¡Menuda mancha!, ¡como ha quedado “olla”!, ¡parece otra cosa!, ¡tendré que raspar!.
¡Qué majo internet!, pongo “bichejos en los libros” a ver si tengo suerte.. y ¡hala! 9.160.544 entradas en 0.09 segundos. Hoy tampoco me da tiempo a leer el Quijote.
A quien interese: se llaman pececillos de plata o Lepisma Saccharina (como el natreen , je, je), son insectos tisanuros de la familia Lepismatidae, ¡toma ya!, tienen fototaxia negativa, por eso quería escaparse. Su vida sexual es curiosa, no copulan (como algunos), al vivir en oscuridad y en diferentes páginas el macho deja el espermatoforo pegado en algún párrafo (como algunos) y atraen con engaños a la hembra para que se preñe (como algunos). Según estoy leyendo me he dado cuenta que su vida sexual no es tan curiosa, es parecida a la humana.
Además tienen un depredador natural : La tijereta (Forficula auricularia). Me imagino a mí, llevando a la lepis de turno hacia la G con flores y bombones y que aparezca la “manostijeras” y se me corta el rollo, fijo.
Hay foro, miles de personas. Unos, que cómo se matan y con qué. Otros, que salvar los lepismas. Guerra entre insectófobos e insectófilos. No sé cómo he podido vivir ajeno a lo que se está desarrollando en el mundo. Ahora además, veo el libro de otra forma, me da un poco de miedo, es como un Universo en pequeño y, ¿quién soy yo para interferir en el destino de todos ellos?. ¡Que se fastidien y que les den!.
He vuelto a dejar el Quijote en el mueble y no creo que lo intente nunca más.
Tengo ya 59 años. La primera vez estaba en el colegio, conseguí llegar al capítulo IV, cuando sale Don Quijote de la “Venta” , me di cuenta de que hablaban raro y de que no me enteraba de nada. Por ello, decidí preguntar a mis padres y hermanas las cosas importantes del libro. Era un tipo muy viajero y chulo que se metía en donde no debía, tuvo un asunto con la Celestina (mi padre me dijo que cuando fuera mayor me lo contaría), otro follón en Fuenteovejuna y una pelea con Tartarín de Tarascon, en fin, suspendí.
En mi adolescencia tardía (sobre los 25 años), conocí a una joven de Torres de Berrellén, muy ilustrada y además con los senos turgentes. Me contó, que su pueblo sale en el Quijote y por este motivo decidí intentar leerlo otra vez. Puse mucho empeño, pero no sé si sería por mis hormonas revueltas o qué, que si leía que estaban en la trilla, acababa en la paja. Me parecía un libro erótico y todas las conversaciones entre los personajes iban a lo mismo. Cuando Don Quijote dice “ni soy de mármol, ni soy de bronce, ni ahora son las diez del día sino de noche”, me imaginaba a Doña Rodríguez (criada de la Duquesa) insinuándose al lado de mi lecho, y lo he hecho. Tuve que dejarlo, porque se convirtió en fijación y tenía que llevar el libro cuando iba a la cama con alguien (ahora sé que actuaba como el lepisma saccharina macho).
En la cuarentena, lo intenté otra vez. Lo llevaba encauzado, pero un día al levantarme del inodoro se me cayó dentro. Lo recuperé y conseguí que quedara bastante decente. Pero, entre esperar al secado y a que perdiera cierto olor a podrido, se me olvidó en el estante (ahora también sé, por qué la flora y la fauna de este libro es tan abundante).
En el foro de internautas hay medidas para hacer desaparecer estos animalitos, desde pesticidas, hasta ecologistas que recomiendan poner al lado una patata (parece que gusta mucho a los lepismas) ,para que se introduzcan en el interior y luego hacer con ella lo que quieras.
Esto me parece actuar como Dios y yo no quiero cambiarles el ecosistema. Bastante tienen con su vida tan complicada y encima no copular (como algunos). Así es que he decidido coger el libro con guantes y salir a la calle, dirigirme a la plaza de España y sentarme en un banco debajo de las estatuas de Don Quijote y Sancho Panza, dejarlo y salir por patas y a quien Dios se lo dé San Pedro se lo bendiga.
RECUERDOS DEL COLEGIO SAGRADOS CORAZONES DE MARTIN DE LOS HEROS MADRID.
Alejandro Pozodelacamara
RECUERDOS: El deporte en el Colegio.-
¿Os acordais? Un dia o dos por semana, todos formados a lo largo y a lo ancho, a la distancia del brazo ( a cubrirse arrr ), un militar, a veces de uniforme otras con chandal, un silbato, silencio y pirripipi pirripipi pirripipi pi ,brazos al frente, arriba, palmada, lateral y abajo. Que bonito, que marcialidad, los jóvenes de la nueva España. Pirrrrripiiiiiiiii, tú alguacil, vas mal, a repetir todos y 100 flexiones ( No sabían Rafa, adonde ibas a llegar ).Que horror,que agujetas y algunos, cuando quedaban tres, no bajaban y " otras 100". Pero nos formaban solo para hacer tablas, que con el pantalon blanco y la camiseta roja, hacian unos efectos impresionantes desde la grada en las manifestaciones deportivas en Vallermoso. No sé para qué, porque ni mis padres ni mi familia acudieron nunca a ningún evento del colegio. Recuerdo los ensayos en el solar del antiguo Cuartel de la Montaña,con un calor de cojones y venga a cruzarnos en un sentido y en otro, giros y más giros, con marcialidad,COÑO , 100 flexiones, 100 más, en fin, saliamos de allí como si vinieramos de botellón (Ni ganas, tenías de tocarte).
A veces, íbamos a la Casa de Campo, el sábado o el domingo por las mañanas y teníamos CROSS. Te daban una cocacola si llegabas con el control abierto. Harto dificil en mi caso, que entonces estaba fuerte (hoy en día, claro sobrepeso) y porque era un recorrido de ida, un casi círculo y una vuelta (5-6 km ).
Mi compañero, Arturo Villar Doval (+), estábamos hartos de no recibir nunca la tan preciada coca y un día, al llegar al círculo dimos el salto y nos pusimos los primeros, decidimos esperar a algunos,pues iba a cantar mucho que llegáramos los apretaos en cabeza. Fumamos un cigarrito y que cara de asombro ponían al adelantarnos.Bueno,pues al final llegamos con el control cerrado.Tuvimos que ir a casa Paco a tomar una caña y un bocata de calamares ( o dos ).Que rico.
Un abrazo .
RELATO SOBRE SANTIAGO Y A RAMALLOSA
He estado en Santiago tres veces en mi vida. Os relato lo vivido.
A medidados del siglo pasado, allá por el año de 1.965, a la sazón yo con 13 años, estuve en La Ramallosa en un convento de monjas habilitado para campamento de verano , procedente del colegio Sagrados Corazones de Madrid.
Por aquel entonces, yo tenía una máquina de fotos "Brownie Fiesta" de Kodak, con la que tomé las 12 fotografías en blanco y negro que contenía el carrete. Una de ellas la presento al concurso de fotos (ver).
Comíamos de rancho y muy rico, por cierto (para otras cosas no sé, pero para la cocina, las monjas tienen muy buenas manos).
Un grupo de unos 100 escolares en plena adolescencia nos mortificábamos cada noche, (con Franco se llamaba más o menos así, hoy día tiene otro nombre y la médula no se reblandece) Desde Playa América se veían las luces de San Telmo y los fuegos fatuos por encima del convento.
La Santa Compaña, buscando paseantes nocturnos por los caminos para que se unieran a Ella, (Hoy se llama "hacer botellón").
Fuimos de excursión a Santiago y recibimos la" gracia del jubileo" que consistió en una indulgencia plenaria. Se nos perdonaron todos nuestros pecados. A mi regreso a Madrid, en la Estación de Príncipe Pío al bajar del tren, mi madre me dijo que tenía un "halo de santidad" alrededor de la cabeza . Me volví y un rayo del sol
A medidados del siglo pasado, allá por el año de 1.965, a la sazón yo con 13 años, estuve en La Ramallosa en un convento de monjas habilitado para campamento de verano , procedente del colegio Sagrados Corazones de Madrid.
Por aquel entonces, yo tenía una máquina de fotos "Brownie Fiesta" de Kodak, con la que tomé las 12 fotografías en blanco y negro que contenía el carrete. Una de ellas la presento al concurso de fotos (ver).
Comíamos de rancho y muy rico, por cierto (para otras cosas no sé, pero para la cocina, las monjas tienen muy buenas manos).
Un grupo de unos 100 escolares en plena adolescencia nos mortificábamos cada noche, (con Franco se llamaba más o menos así, hoy día tiene otro nombre y la médula no se reblandece) Desde Playa América se veían las luces de San Telmo y los fuegos fatuos por encima del convento.
La Santa Compaña, buscando paseantes nocturnos por los caminos para que se unieran a Ella, (Hoy se llama "hacer botellón").
Fuimos de excursión a Santiago y recibimos la" gracia del jubileo" que consistió en una indulgencia plenaria. Se nos perdonaron todos nuestros pecados. A mi regreso a Madrid, en la Estación de Príncipe Pío al bajar del tren, mi madre me dijo que tenía un "halo de santidad" alrededor de la cabeza . Me volví y un rayo del sol
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